The Longest Journey. Ojalá todas las aventuras gráficas fuesen igual de buenas, un viaje muy largo y realmente impresionante.
Si, lo se. Ando un poquitín retrasado en cuestión de juegos.
Pero la verdad es que si con ello logro disfrutar de verdaderas maravillas, no
me importa en absoluto.
Reconozco que The
Longest Journey tiene un montón de años a su espalda, pero de nuevo tengo
que mirar el juego con los ojos de cuando vio la luz. Realmente en aquella
época ya no se estilaban los juegos con fondos pre-renderizados, pues con la
aparición del monstruo PS2 y su
primo gordo y feo Xbox, el mundo de los videojuegos clásicos parecia haber llegado a su fin (que irónico cuando ahora de nuevo con juegos indie parece estar regresando aquellos género ya olvidados). Demostrando que las consolas eran la mejor opción para jugar con buenos
gráficos. Aunque por suerte, la norma parece determinar que no solo los gráficos hacen que un juego sea
realmente bueno.
A pesar de la llegada de estas dos impresionantes consolas, no significó que los ordenadores se viesen relegados al olvido, a pesar de todo, los gráficos más pobres de los ordenadores no implicaban por defecto que no hubiese grandes juegos. Y a la vista está con el caso que ahora me ocupa, pues The Longest Journey es una verdadera joya.
Si, gráficamente se queda bastante soso, pues el hecho de contar con escenarios estáticos pre-renderizados era retomar una técnica ya anticuada y totalmente abandonada desde hacia unos años. Pero, en el género de este juego, la verdad es que encajan perfectamente.
Aunque antes debería indicar para aquel que no conoce nada del juego, que se trata de una aventura gráfica, es decir, un juego donde nos dedicamos a pasear el puntero del ratón por toda la pantalla tratando de descubrir cualquier objeto del decorado con el que podamos interactuar, o lo que normalmente llamaríamos apuntar y hacer click (o point&click en inglés). De camino, tenemos que ser lo suficientemente despiertos para recurrir a cualquier idea, por absurda que en un principio pueda parecer, para utilizar cualquier objeto de nuestro inventario con cualquier cosa del escenario.
Tengo que reconocer que no soy muy aficionado a los juegos de este género, debido especialmente a que los primeros juegos que jugué de este tipo eran algo complicadillos. Esto unido con una edad algo prematura, significaba no lograr discurrir el proceso necesario para poder continuar con la historia. Y en aquellos años, no había internet para poder tratar de buscar la solución. Por lo que acababas teniendo que rezar para que en alguna revista especializada saliese la guía del juego o lo que es peor recurrir al lentísimo correo para solicitar que algún alma caritativa de una revista te respondiese con la solución a tu problema. En definitiva que si no tenías la suerte de que algún amigo lo hubiese jugado, acababas teniendo que dejar el juego aparcado durante meses hasta lograr hallar la forma de superarlo o simplemente dándolo por imposible.
Por suerte, hoy en día tenemos internet y además esta el hecho de que la propia distribuidora del juego tiene en su página toda la guía del mismo, con lo que ya no tienes porque sufrir más de lo que la vena de tu sien aguante antes de llegar a reventar de desesperación.
Pero a pesar de todas estas dificultades, las aventuras
gráficas suelen tener un guion extraordinario. Y al estar dirigidas a un
específico mercado, todos aquellos que las juegan saben que lo importante no
son los gráficos de última generación. Aunque no por ello debe dejar de ser
precioso, pues podemos encontrar escenarios realmente muy bonitos y con una
calidad extraordinaria.
Ahora empecemos con la historia del juego, tenemos como
protagonista a una joven la cual va a verse metida en una verdadera epopeya en
la que sin comerlo ni beberlo tendrá en sus manos el destino de, no un mundo,
sino dos.
La historia nos lleva al futuro bastante lejano, donde nos
pide que acompañemos a April, pues
así se llama nuestra joven intrépida, a hacer el viaje más largo de su vida (de ahí el nombre del juego). April cree que se está volviendo loca.
Pues no para de tener sueños extrañamente vivos, y a su alrededor comienzan a
suceder cosas difícilmente explicables. Por suerte o por desgracia pronto
descubre que simplemente todo es real y que si desea sobrevivir va a tener que luchar
para salvar su mundo y un mundo paralelo pues parece ser que ambos son parte de
una misma realidad. Que debido a la ambición desmedida del ser humano que
estuvo a punto de destruirlo se vio obligado a tener que dividirse para
sobrevivir.
Esta división ocasionó la aparición de dos mundos, el mundo
de April, llamado Stark. El cual es por así decirlo
nuestro mundo pero con el concepto de que se trata de dos siglos más avanzados
y el mundo de Arcadia, un mundo
lleno de magia donde moran criaturas extraordinarias y en el que la tecnología
ha quedado relegada a un segundo plano. Aunque en un principio solo hubo un
mundo donde la ciencia y la magia coexistían, resulto que los ambiciosos
humanos llevados por su ansia de poder casi destruyen toda la existencia uniendo
la ciencia y la magia. Para evitar se desencadenase dicha destrucción, una ancestral raza nos
dio una pequeña y cariñosa collejilla y llevó a cabo la separación de ambas
partes, creando así ambos mundos en un precario equilibrio pues tanto la magia
como la ciencia sin control podía desestabilizar todo el tinglado en un parpadeo. Para evitar que
ninguna de las dos nuevas realidades se volviese demasiado poderosa crearon un
lugar donde existiría un elegido el cual sacrificando mil añitos (una nimiedad) de su vida se dedicaría a
controlar el equilibrio entre ambas.
Parece ser que algo ha sucedido y el equilibrio se ha roto,
es aquí donde entra April, pues
cuenta con ciertas facultades que le van a resultar extraordinariamente útiles
para poder devolver el equilibrio perdido. Resultando ser la elegida para
restaurarlo y salvar a ambos mundos de una destrucción segura.
Sé que se trata de un resumen realmente escueto, pero el
problema es que si hablo demasiado me cargaré la historia y a pesar de tratarse
de un juego con muchos años, aun puede haber más de uno que no se lo haya
jugado y no estaría bien cargarme las múltiples sorpresas que The Longest Journey esconde.
Por lo que prefiero centrarme en hablar de la experiencia
que he disfrutado. La verdad es que la historia es encantadora y extremadamente
larga. De hecho, cuenta con un total de catorce capítulos, y nos hace viajar de
un mundo a otro solventando problemas y enigmas. Como he dicho antes, tengo
ciertos traumas juveniles con respecto a estos juegos, por lo que mi interés
por ellos no es muy grande (aunque ahora
que ya soy mas mayorcito estoy tratando de superarlo y jugando aventuras
gráficas que tuve que dejar de lado en mi adolescencia). Pero este juego
despertó mi interés hará unos cinco años cuando por pura casualidad (la cual no viene al caso) pude jugarme los
primeros dos capítulos del juego. Inmediatamente quedé hechizado por el doblaje
y por la sencillez de los puzles a resolver para poder seguir la historia.
Principalmente me fascinó lo bien doblado que se encontraba el juego, la
extraordinaria voz de Concha López,
que da vida a April, junto con unos
diálogos inteligentes, bien llevados y sobre todo creíbles era como ver una
película. No es que fuera algo nuevo, pues ya habían muchos juegos con doblajes
al castellano soberbios, pero resultó sorprendente encontrar un juego con
tantos años a la espalda y con estas fantásticas características.
En definitiva, quedé absolutamente prendado y en cuanto tuve
la oportunidad de hacerme con una copia, pues que no lo pensé dos veces. Así
que por fin me puse a la gratificante labor de jugármelo y hasta ahora que por
fin lo he terminado. Realmente, la única pega que puedo sacarle al juego, es un
final demasiado sencillo. Me explico, a medida que vas disfrutando toda la
aventura. Se nos van alentando las esperanzas de que todo vaya a terminar con
un crescendo que lamentablemente no se da. No es que el final sea malo, ni
mucho menos, es el mejor final que uno puede esperar si toma el mismo cariño
que yo tomé a April. Pero si es
cierto, que es un final demasiado rápido e incluso da la sensación de que la
historia se les iba de las manos.
Por suerte, al haber pasado tanto tiempo desde que el juego
vio la luz, yo no me veo obligado a tener que esperar seis años para poder
jugarme la segunda parte. Pero si es cierto que el juego deja una clara
sensación de que los actos de April
en este juego tendrán repercusión en las siguientes partes del mismo. Y bien es
cierto, pues por el año 2006 salió al mercado Dreamfall: The Longest Journey. El cual parece continuar las cosas
un poquito después de lo sucedido en esta primera parte.
En lo respectivo a la calidad del juego, hay que separar
claramente el apartado gráfico del apartado guion. Por un lado, el juego puede
ser decepcionante para todo aquel que esté acostumbrado a los juegos de acción,
aventura o arcade. Pues como ya he dicho al principio todo el juego se mueve
por escenarios estáticos pre-renderizados, donde apenas hay objetos en
movimiento. Además el modelado de los personajes es bastante sencillo (incluso para la época) por lo que apenas
puedes apreciar detalles de los personajes. Aunque el juego cuenta con una gran
cantidad de escenas cinemáticas en animación en 3D que premian nuestra
paciencia y nuestro avance por el juego.
El apartado sonoro es sobresaliente, una banda sonora que se
ajusta a cada momento del juego y nos da una ambientación adecuada. Esto junto
con un doblaje perfecto y completamente en castellano es todo un placer para lo
oídos.
Ahora llega el momento de las trampas…
Pero hay un problema, en las aventuras gráficas no hay
códigos ni combinaciones de teclas que nos permitan reducir la dificultad del
juego.
Pero no desesperéis, FX
Interactive, que es la distribuidora del juego, en su página web pone a
disposición de todo el que lo desee una completa guía paso a paso de como
sortear cada uno de los puzles del juego y además deja que nos podamos
descargar cierto número de partidas salvadas del juego.
Recomiendo encarecidamente hacer caso omiso de las partidas
y solo recurrir a la guía en momentos de extremada desesperación como último
recurso solo si nuestra cabellera sufre riesgo de ser arrancada. Mientras, os
puedo asegurar que la mayoría de acertijos son bastante sencillos, con un
poquito de paciencia y de observación pueden sacarse casi todos.
En definitiva, The
Longest Journey es un juego fantástico, sé que el resumen de la historia no
ha sido lo más extenso que el juego podría requerir, pero es como contar una
película o una serie, si realmente quieres saber que pasa, no te queda más
remedio que verla. Pues en este juego sucede lo mismo, si cuento mucho me
cargaría una historia que exige ser jugada y que de ninguna manera estoy
dispuesto a destriparla.
Realmente lo he pasado maravillosamente jugando esta
aventura gráfica y ha despertado en mi, la nostalgia de aquellos maravillosos
juegos como el Loom, The Dig, Maniac Mansion, Lure of
Temptres o la saga Monkey Island.
Y puedo decir sin temor a resultar pretencioso que The Longest Journey se merece estar entre estas estrellas y brillar
con luz propia.
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